Realizar una rehabilitación de fachadas en Madrid es mucho más que una mejora estética; se trata de una inversión directa en el confort y la eficiencia energética de los edificios. Con el paso del tiempo, las fachadas sufren daños visibles e invisibles debido a la exposición constante al sol, la lluvia, el viento y la contaminación. Estas condiciones pueden provocar la aparición de grietas, desprendimientos y filtraciones que alteran las condiciones térmicas del inmueble, generando un mayor consumo energético y, por ende, un aumento en los costes de climatización.

La rehabilitación de fachadas en Madrid también significa recuperar la capacidad aislante del edificio. Las fachadas en mal estado pierden su función de barrera térmica, permitiendo la entrada de frío en invierno y de calor en verano. Esto obliga a los sistemas de calefacción y aire acondicionado a trabajar más intensamente, elevando el consumo energético. Además, la presencia de humedad puede dañar los materiales aislantes internos, reduciendo aún más la eficiencia del aislamiento y generando problemas adicionales como moho y condensaciones.

Una fachada bien rehabilitada mejora significativamente el comportamiento térmico del edificio. Aplicar sistemas de aislamiento térmico por el exterior (SATE), sellar fisuras y sustituir materiales obsoletos permite conservar mejor la temperatura interior, reducir las pérdidas energéticas y alargar la vida útil de la construcción. Esto no solo se traduce en ahorro económico, sino también en una notable disminución de la huella ambiental del edificio.

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