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Cómo pintar a la cal
31 de Julio de 2015

Nuestra reputación como profesionales de las rehabilitaciones de fachadas en Madrid centro nos obliga a conocer y utilizar los métodos más variados para devolver a las edificaciones su mejor aspecto. Uno de estos métodos sobre el que queremos llamar tu atención es el de la pintura a la cal.

Tradicionalmente la pintura a la cal ha sido empleada para blanquear viviendas en muchos pueblos del centro y sur de la península, característicos por ese color blanco resplandeciente, y también se utiliza en algunos edificios de las grandes urbes por sus muchas ventajas.  Para comenzar las rehabilitaciones de fachadas en Madrid centro, es preciso sanear adecuadamente toda la fachada, retirando restos de la pintura anterior que aparezcan desprendidos, tapando oquedades, eliminando manchas de la contaminación…

La pintura a la cal se adquiere en pequeñas piedritas blancas y es muy corrosiva, reaccionando al entrar en contacto con el agua, por lo que el proceso de mezclado ha de hacerse con mucha prudencia. La reacción que se produce tiene una duración aproximada de unas dos horas, por lo que habrá de prepararse con antelación calculando el tiempo de espera. Una vez que la cal está apagada, se filtra y se traslada al recipiente en el que iremos cargando la brocha.

Es preferible aplicar la pintura a la cal con brocha mejor que con rodillo, y los especialistas recomendamos las brochas de cerdas vegetales. Al aplicar la primera de las dos manos que deben darse sobre la pared, hay que cuidar en dar siempre los brochazos en el mismo sentido, horizontal o vertical para, en la segunda, hacerlo en el otro. De esta forma conseguiremos una aplicación uniforme.

En Alman recomendamos utilizar la pintura a la cal por sus propiedades antimoho, bactericidas, y como aislante térmico.

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